El ejemplo patético de Frankenstein, abatido por la soledad y la frustración, nos hizo pensar en nuestros Queridos monstruos. Y así titulamos la exposición de trabajos presentados con ocasión del Tiempo entre libros. Entre los textos recibidos ha destacado la composición que Marcos Cabrera Antolín dedica a un Troll nada monstruoso. No te será difícil saber por qué cuando la leas. Esta ilustración que acompañaba el texto era parte del atractivo.
14 de noviembre de 2019
Queridos monstruos
El ejemplo patético de Frankenstein, abatido por la soledad y la frustración, nos hizo pensar en nuestros Queridos monstruos. Y así titulamos la exposición de trabajos presentados con ocasión del Tiempo entre libros. Entre los textos recibidos ha destacado la composición que Marcos Cabrera Antolín dedica a un Troll nada monstruoso. No te será difícil saber por qué cuando la leas. Esta ilustración que acompañaba el texto era parte del atractivo.
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