
A pesar de su complejidad, de una cierta lentitud -engañosa- en el desarrollo de su trama y también, por qué no, de un protagonista y narrador con el que seguramente al lector no llegue a identificarse, la novela no nos ha defraudado en absoluto y estamos de acuerdo en que Ishiguro es sin duda un escritor interesante, capaz de construir este personaje inovidable.
La obra está ambientada en Darlington Hall, una mansión que fue escenario de encuentros de alto nivel político en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Esta noble casa ha pasado ahora a manos de un multimillonario norteamericano y este cambio de dueño también provoca cambios en la organización del servicio. Precisamente, el señor Stephens, su mayordomo, inicia un viaje por el sur de Inglaterra para encontrarse con la señora Benn, la antigua ama de llaves y quizá prponerle el regreso a la casa.
Este viaje activa los recuerdos del mayordomo, que repasará sus años de servicio en Darlington Hall y propiciará continuas reflexiones sobre su profesión, ilustradas con numerosos recuerdos. Claro que, el personaje dista mucho de resultar enteramente amable y enseguida percibe el lector sus rarezas; pues, a todo antepone en la vida lo que el llama "su dignidad" de mayordomo.
¡Nuevamente comprobamos cuánto puede dar de sí el análisis de una obra literaria con calidad! Un rato amable en nuestra biblioteca, con una compañía estupenda y opiniones siempre interesantes de lectores penetrantes. Haberlas compartido debe de ser una buena parte de lo que llaman el placer de la lectura.